El viernes, se me acabó mi soltería de verano y partí tempranito a buscar a mi querida señora a Viña, como estaba en su auto partí dispuesto a tomar un taxi, metro y bus, pero…esta disponible el Transantiago y saliendo a Luis Pasteur aparece rauda la C 07 naranja, la tomo.

Son las 6:40:

“Buenos días, ¿Pasa por el metro?

“Buenos días, adelante, lo dejo en el metro Tobalaba.

Como voy temprano pienso, ya, gano tiempo unas estaciones, mi única acompañante, una nana, me dice:

“Yo también voy al metro, hay que bajarse en el Parque Arauco”

Que raro, deben ser los nuevos recorridos, cuando llegamos al lugar se baja y quedo solo, bueno, continuo mi recorrido hasta el metro.

Llegamos a Apoquindo y sigue derecho, lo que se llama rajado hasta Bilbao y dobla hacia el centro. No era el metro Tobalaba, sino el metro Bilbao en la Av. Tobalaba, ¡grrrr!

En todo el recorrido no encontramos gente que lo hiciera parar, adelantamos otra máquina que iba casi llena y en el paradero próximo un montón de gente lo hace parar y…NO PARA indicándoles hacia atrás la otra maquina, será.

En el otro paradero ya es mucha más gente y se ve obligado a parar por la luz del semáforo, la gente se le abalanza y golpea la puerta LA QUE NO ABRE, los tipos enfurecidos le fuerzan la puerta y se suben unos quince a garabato limpio:

“Por que no parai desgraciao, tamos esperando mas de una hora”

“Te amos a sacar la cresta chetumagre, mish que no abrir la puerta”

Y el chofer responde:

“Es que vengo EN PANNE”

“Sale pa’ya recuchiflil, te amos a rompel la maquina, sigue no mas”.

El chofer continua el recorrido y yo en el primer asiento, mientras todos los demás de la mitad de la micro para atrás.

Al otro paradero ya llegamos a Tobalaba y le pido que pare, no es necesario porque UN MAR HUMANO la bloquea.

El Chofer se sale del recorrido doblando hacia Tobalaba norte y hay tal cantidad de personas que queda en diagonal al medio de la Av.

Trato de bajar pero no abre la puerta, veo que la trasera ya esta abierta y esta comenzando a ser abordada, me voy pa’ya y gracias a mi contextura maciza me bajo a duras penas.

La micro queda abarrotada de gente y el chofer grita, “estoy en pana, estoy en pana”

Una vez abajo quedo rodeado por tanta gente como no imaginaria nunca, deben haber sido unas doscientas personas a lo menos. Uf la experiencia. (Tobalaba con Bilbao, 7:15)

Me voy al metro y en un reten móvil de los pacos estampo mi denuncia relatando el actuar del chofer del Transantiago, el teniente no me pesca, así amostazado me indigno y saco mí famoso rompe filas obligándolo a estampar la denuncia con la patente del bus: VX 95 – 64. La cosa cambia inmediatamente, deja escribiendo a la paquita y se va al bus, para mi la experiencia ha terminado y me voy al metro.

Ojalá, es tal la cantidad de gente que venia en el metro que apenas me subo, no sin antes haber comprado en la ventanilla la famosa tarjeta BIP. Pero eso no es nada, al llegar al trasbordo nunca había estado rodeado de tanta gente, todos van con cara de pocos amigos y me llevan literalmente en vilo, todos caminan en vilo como una masa bullente, por fin logro subirme dirección San Pablo y poco a poco se va alivianando.

¿Qué nos espera? Gracias a Dios no soy un usuario y solo en ocasiones uso el transporte público, pero ¿Los habituales? Hay odio, eso es, rabia, no hay quien esté contento, por lo menos en las horas Peak, nadie conforme con los cambios de recorridos, con que la movilización no esté cerca como antes estaba, tener que cambiar de un bus a dos o tres, tener que ocupar dos o tres horas que les quita seis o siete de su vida, mucho que revisar, consideren que toda la semana ha sido gratis en este periodo “de prueba” ¿Que les espera el lunes? ¿Que les espera en marzo cuando se infle la población en un 40% con los escolares y los vacacionistas? Quien dice que está bien, ya sea autoridad o publico no se que ha visto.