Si hay un restaurante singular en Valparaíso, Chile es sin duda éste, el
J. Cruz fundado en el año 1950 con comidas nacionales típicas como cazuelas de vacuno, pollo y pastel de choclo, además de su museo que ya comentamos.
Pero el típico plato del J. Cruz es la Chorrillana, creador de ese plato, dado que sus precios son muy convenientes para el visitante, era y es frecuentado por universitarios, amen de turistas mochileros, los que de a dos o tres pedían un bistec a lo pobre, ya saben, papas fritas con cebolla frita y dos huevos fritos coronados con un gran trozo de carne frita, el asunto es que no era un plato para cada uno, eso, los cochinos pesos son muy escurridizos en esa época universitaria, así que era
UN plato con tres tenedores, entonces para no pelear una camarera diligentemente les ofreció PICAR la
carne y he ahí:
LA CHORRILLANA plato salva plata (dinero) y rellena la guatita, dejándolo a uno/a como para soportar una larga hambruna de un día de clases o trabajo in-interrumpido.
Sus precios son mas que convenientes, una crema o sopita caliente y un plato de fondo es por $ 1.400 pesos (menos de US $ 3,00) todos sus muros está completamente cubiertos con estanterías y vitrinas que abarrotan
colecciones de TODO, las mas increíbles antigüedades, hay
porcelanas chinas,
Cristalerías de Murano, Marfiles de la India, Gran cantidad de relojes de cadena, El clásico perro de la RCA
Víctor con parlante y todo en un tamaño grotesco, por otro lado cuelga del techo
un mini torpedo de los primeros submarinos sujeto en un costado por calefón de cobre que quizás a que vieja le calentó el agua.
Las mesas no son individuales, son para seis u ocho personas que se van llenando y compartiendo con los parroquianos y turistas a medida que van llegando, tienen un mantel de plástico de esos que tienen dibujitos y contraforjo de género, y lo mas importante
autorizados a rayar, bueno si tienen la suerte de encontrar un huequito para poner: …”aquí estuvimos con la perica en una arrancadita…” o que se yo. Los muros visto, como ya están totalmente escritos, han inventado de poner una cinta de papel engomado (mastik) y dejan
su recuerdo sobre el.
La noche la amenizan dos ilustres y antiguos cantantes de boleros, como Valparaíso mi amor, aquellos ojos negros, y tangos varios, Don Saúl Ramírez Silva, cantante y Diego Bahamondez, paquetón imperturbable con el bandoneón, quienes previamente han pasado el sobrecito pa’su colaboración. Estos cantantes se las arreglan para hacer una carrera al otro clásico restaurante cercano, el
CINZANO, mucho más antiguo que el J. Cruz.
La última novedad desde mi visita anterior como de un año y medio, es que todas las bases de las vitrinas se han coronado con fotografías tamaño carné de los y las clientes, que como se imaginan hay de todo, hasta la identificación de una morena bombero de Brasil, yo andaba sin
fotito y mi mujercita tampoco.
Interrogando a la camarera para este post, le pregunto…
¿Y quien es o fue el J. Cruz?
Mire, me dice, él fue el primer concesionario del club social.
¿Club social?
Si, este restaurante y el edificio pertenece a los jubilados y montepiadas de carabineros…
Efectivamente afuera hay una placa que nadie ve de noche:
“club de suboficiales mayores da carabineros en retiro y montepiadas José E. Cruz M.
Seguro que el acordeonista fue un sargento de los que dicen…ya corrase, circular, circular…
Si quieren disfrutar de una suculenta chorrillana dicen que sus homologas están con licencia del autor en Santiago, en Vicuña Mackenna, aquí les dejo el detalle cubierto por
La Cuarta.Hidden in a lane in the city center you will find this beautiful restaurant and night club. Inside you will uncounter the real spirit of the past. Its small hall is packed with shelves containing the most incredible collection of objects and antiquities. The club`s walls are covered by old photographs, pictures, hat`s collections, firemen helmets, torpedoes and propelers hanging from the ceiling. Its crowded tables grant the place a bohemian atmosphere that invites to a long chat accompained with a bottle of wine. Customers mix with visitors in an enviromment of friendship and partnerships, because they know that once you met J.Cruz you will come back one day.
Club Social J.Cruz: 1466 Condell Street - House 11 - Valparaíso.
The Cinzano is an old bar and restaurant of the port. It was founded in 1896 and has witnessed many chapters of Valparaíso`s history. Its style reflects this with a bar that invites you to approach. In a little attic, you will find tables and a stage. At the back of the room there is a curious display: a Classificatory Chart of the last Soccer World Cup Championship. Its walls have witnessed many animated night of bohemian life. The bar has truly religious clients who are suspended in the magic time of the harbour´s night. The Tango settles in the Cinzano. Every weekend a band of old musician will play the old songs that once again will enchant the audience. Every now and then they will ask the customers which tango or bolero they would like to hear.
Note: The well- know tango "
Cinzano: Anibal Pinto Square 1182 - Valparaíso.